
Tobar integró la primera hornada de tanquistas, casi sin graduarse de la escuela de Managua, asistió a su nuevo bautismo de fuego en los combates de Playa Girón donde se ensayó como jefe de destacamento. Fue Playa Girón, según sus confesiones, el momento que con más fuerza y cariño atesoró y no era para menos.
Librados los primeros combates de la incipiente escuela de tanquistas de la naciente Revolución, quiso el azar que en la tarde del 20 de abril de 1961, sirviese de amunicionador al Comandante en Jefe en el momento del abatimiento final del buque mercenario Houston, en una suerte de cañonazo que consagrase la Victoria sobre el imperialismo norteamericano en las arenas de Playa Girón.
A Tobar le conocimos como una persona de gran modestia, dado muy poco a conversar sobre sus andadas de “guajiro bruto”, como se tituló en su primera presentación cuando le pedimos explicaciones sobre el por qué la incorporación a la lucha armada.
Luego de compartir algunos pasajes de su vida, que con calma va mostrando poco a poco, Tobar se presenta como gran admirador de Fidel Castro, su voz sube de nivel, timbran sus cuerdas vocales con mayor registro y la emoción le embarga en gozoso viaje a esos momentos.
“Si, es cierto, viví ese momento en que Fidel decide abatir el Houston, porque desde el buque ya varado por los efectos de la aviación revolucionaria, le habían causado la muerte a un bravo combatiente de la sierra Maestra que había conminado a los mercenarios a la rendición. Como muestra de represalia el Comandante en jefe me pide cargar la pieza del SAU 100 y le hicimos varios disparos, el primero, en la inexperiencia nuestra, fue fallido, no así los otros que le produjeron gran satisfacción al punto de abandonar el SAU y gritar: “yo fui quien le dio, yo fui”
“Imagínate- nos confesó en aquel momento Tobar- mis compañeros me admiran por compartir ese instante con Fidel y te digo, para mí, fue el mejor momento de mi vida”.

Ya se alistan los detalles para la conmemoración de los matanceros por el aniversario 50 de la victoria del pueblo en las arenas de Playa Girón.
En medio de las transmisiones recibimos la visita de Igmar, un joven cineasta alemán, y su compañero camarògrafo, prendado de la vida e historia de Playa Girón, una persona previsora que con tiempo corrió todos los trámites para compartir las historias, leyendas y el diario quehacer del gironense con motivos del aniversario 50 de la Victoria sobre el imperialismo norteamericano.
Igmar llevarà memoria sobre la vida diaria en Playa Giròn, de cómo los han acogido sus pobladores y de la forma en que han compartido sueños, leyendas, la interacciòn con la naturaleza y lo que más le ha llamado la atenciòn: la obra de la revoluciòn cubana en estos años en la ciénaga.
En medio de las transmisiones recibimos la visita de Igmar, un joven cineasta alemán, y su compañero camarògrafo, prendado de la vida e historia de Playa Girón, una persona previsora que con tiempo corrió todos los trámites para compartir las historias, leyendas y el diario quehacer del gironense con motivos del aniversario 50 de la Victoria sobre el imperialismo norteamericano.
Igmar llevarà memoria sobre la vida diaria en Playa Giròn, de cómo los han acogido sus pobladores y de la forma en que han compartido sueños, leyendas, la interacciòn con la naturaleza y lo que más le ha llamado la atenciòn: la obra de la revoluciòn cubana en estos años en la ciénaga.
El equipo Girón Rebelde compartirá las impresiones de los cienagueros en esta celebración.
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